Pequeño poeta: Constantino



Así tan intensamente contemplé la belleza,
que plena está mi vista de ella.
Líneas del cuerpo. Labios rojos. Miembros voluptuosos.
Cabellos como tomados de estatuas griegas:
siempre hermosos, aun cuando están despeinados,
y caen, un poco, sobre las frentes blancas.
Rostros del amor, tal como los anhelaba
mi poesía ... en las noches de mi juventud,
en mis noches, furtivamente, hallados...

CONSTANTINO CAVAFIS


Pequeña poeta: María



La pensadora del aura

     Nacer sin pasado, sin nada previo a que referirse, y poder entonces verlo todo, sentirlo, como deben sentir la aurora las hojas que reciben el rocío; abrir los ojos a la luz sonriendo; bendecir la mañana, el alma, la vida recibida, la vida ¡qué hermosura! No siendo nada o apenas nada por qué no sonreír al universo, al día que avanza, aceptar el tiempo como un regalo espléndido, un regalo de un Dios que nos sabe, que nuestro secreto, nuestra inanidad y no le importa, que no nos guarda rencor por no ser...
     ...Y como estoy libre de ese ser, que creía tener, viviré simplemente, soltaré esa imagen que tenía de mí misma, puesto que a nada corresponde y todas, cualquier obligación, de las que vienen de ser yo, o del querer serlo.

MARÍA ZAMBRANO

Muñequera: Nancy Gerber... con encanto antiguo








Pequeñas Poetas: Anna


Como tú sufro
la negra separación permanente
¿Por qué lloras? Mejor dame la mano
Tú y yo somos un monte de dolor.
En esta tierra tú y yo jamás nos encontraremos
Si pudieras tan sólo enviarme a medianoche
por medio de las estrellas tu recuerdo.


ANNA AJMÁTOVA
   


Pequeña poeta: Leonora






"Hoy, ya vieja, tal vez soy sólo lo que pasa inmediatamente en mí. Creo que la vida dura poco tiempo, pasa rápido. Es insuficiente, al menos para mí, este tiempo de vida que tenemos, porque deja un gran vacío y no permite que se satisfaga la curiosidad y el conocimiento por muchas cosas que, pese a la edad, comienzan también a fascinarnos a los viejos".

LEONORA CARRINGTON




 “A mí me parece que cuando se desentierra el inconsciente se encuentra una fuente infinita de creatividad y que el problema se reduce simplemente a encontrar una forma elocuente de expresar lo que ese rico yacimiento produce. Eleanora ha ido muy lejos, casi demasiado lejos como para regresar de esas regiones. ¿Cómo puede hablar del miedo a quedarse seca?” Anaïs Nin, Diario III (1939-1944)

“Leonora Carrington no era una poeta sino un poema que camina, que sonríe, que de repente abre una sonrisa que se convierte en un pájaro, después en pescado y desaparece”. Octavio Paz

Muñequera: Juliana Bollini... imaginando con papel y color